No sé en qué consiste eso de descatalogar un libro, supongo que estará íntimamente relacionado con su disposición o no a la venta pública, la triste esclavitud entre letras y mercado, porque es que los libros hay que venderlo o sí o sí, como si pareciera que su fin principal fuera comerciar con ellos. A mí me gusta más regalarlos, o simplemente escribirlos, o simplemente crearlos, parirlos, darles una existencia sin dinero ni transacción por medio.
Total, que descatalogados están y parece que ello les diera algo de alcurnia, solera o esencia de hecho histórico ñoño, vintage, mohoso...
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